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domingo, 22 de septiembre de 2013

Día 1: Hanoi

Viaje a Vietnam (01/09/2013 - 15/09/2013)


Día 1: Hanoi


Después de un vuelo bastante bueno, dormimos unas cuantas horas en el avión, llegamos a Hanoi sobre las 7:00 de la mañana. Desde España por mail habíamos contratado la mayoría de traslados del aeropuerto al hotel. En concreto en el hotel de Hanoi, nos avisaron que había muchos intentos engaños por parte de taxistas sin licencia, así que no nos lo pensamos y contratamos el traslado al hotel. En este caso por 18$ nos venía a buscar al aeropuerto un conductor con coche privado, el precio es válido para cuatro personas. En Vietnam no existen los coches de alquiler sin conductor, así que la única forma de viajar en coche es contratando el chófer. Los menos de 40 Km. del aeropuerto al hotel los hacemos en una hora más o menos. El tráfico en Hanoi es horrible, caótico aunque dentro de un orden, es la ley del más fuerte, los autobuses por un lado, 4x4 y coches por otra parte y luego en el escalón más bajo las motos y las bicicletas. Aunque hay semáforos y señales de tráfico, las reglas no existen. Simplemente hay una especie de norma no escrita con el claxon, dos pitidos significan "cuidado que voy", es la forma de decirle a un coche que se pase al carril derecho para adelantar, es la forma de decirle a una moto cuidado que paso por tu lado, en un cruce es la forma de decir "yo voy primero"... Se pita por todo y por todos los sitios. La cosa es acostumbrarse y dejarse llevar... En Vietnam hay millones de motos, se dice que prácticamente cualquier adulto posee una moto. Al ser el medio de transporte más común, se utiliza para todo, incluso para llevar mercancía, no os podéis imaginar las cosas que caben en una moto. Nosotros llegamos a ver una moto cargado con cuatro jarrones altos, dos a cada lado de la moto. Por no decir que no hay límite en el número de personas que caben en una moto, nosotros llegamos a contar hasta cinco personas...




Sobre las 8:15 llegamos al hotel, está lloviendo a mares. En pleno barrio antiguo, la primera impresión es de desorden, multitud por las calles, mucho tráfico y mucha actividad a esas horas de la mañana. El aire es pesado y se nota en parte la contaminación, aunque enseguida te acostumbras. En moto prácticamente toda la gente lleva mascarillas. Nos reciben muy amablemente con un pequeño aperitivo de fruta, sandía y melón y dos zumos naturales que nos entran muy bien. Como está lloviendo bastante nos damos una ducha e intentamos descansar un rato, cosa que ocurre enseguida ya que caemos en la cama rendidos. Nos levantamos a las 14:00, así que nos cambiamos para comer y aprovechar a ver algo. En el aeropuerto con las prisas no había cambiado dinero, así que le pregunté a las amables chicas de recepción para ver dónde podía cambiar los euros por dongs. Como ya os conté anteriormente, me dijeron que los domingos los bancos no abrían, así que tuvieron la cortesía de acompañarme a un "Compro Oro" para cambiar mis euros. Sinceramente si hubiera ido solo no hubiera entrado a este local, pero con la confianza de ir acompañado con la chica del hotel no tuve ningún problema. Además fue el mejor cambio que obtuve en todo el viaje: 1€ = 28.000 dongs. Ya podíamos decir que eramos millonarios!!!!

Una vez con dinero nos vamos a comer, callejeando por el barrio antiguo nos encontramos con uno de los restaurantes que recomendaba nuestra guía Green Tangerine. Es un restaurante bastante elegante situado en una casa colonial restaurada. La comida es más francesa que vietnamita, pero para ser el primero no comemos mal. Dos platos de entrante (Pasta fría con ternera y una especie de carpaccio de pato), dos segundos platos (Pechugas de pollo con salsa de frutos rojos y costillas de cerdo), dos postres (Helado con Cointreau y una creppe con mousse de chocolate), con dos botellas de agua, el total fue de 700.000 dongs, es decir unos 25 €. La relación calidad/precio muy buena, pero esperábamos más comida vietnamita que occidental.

En Hanoi es imprescindible callejear por todo el barrio antiguo. Las calles están llenas de gente a todas horas, los comercios y locales están abiertos antes de las 7:00 y se vende absolutamente de todo. En todas las calles hay numerosos puestos de comida, tiendas de artesanía, de ropa, no hay ni un solo metro desaprovechado. Al igual que ocurre en otras ciudades, en Hanoi los locales se pagan por metro de ancho, así que todas las tiendas son muy estrechas, con dos o tres alturas. En el barrio antiguo las calles están especializadas en un tipo de producto, así tenemos más de cincuenta calles cuyo nombre indica qué producto se comercializa. Por ejemplo, tenemos la calle Hang Tre, especializada en bambú, la calle Hang Bac, especializada en plata, la calle Hang Ca, especializada en pescado... En Hanoi se aprovecha tanto el espacio que incluso no se puede pasear por la acera, ya que en ella se aparcan las motos, se utiliza para poner mesas para comer, o como escaparate, así que lo mejor es andar por la carretera, con mucho cuidado del tráfico.

Tienda de escaleras de bambú en el barrio antiguo

Callejeando llegamos al lago Hoan Kiem, es el epicentro de la ciudad, ya que mucha gente queda en este lago para tomar algo, para hablar, hacer ejercicio o simplemente descansar en uno de sus numerosos bancos. Cuenta la leyenda que el cielo le envió al emperador Le Thai To una espada mágica con la que expulsó a los chinos de Vietnam. Un día después de la guerra se encontró una tortuga gigante que se apoderó de la espada y desapareció en las profundidades para devolver esta a sus divinos dueños. Desde entonces se llamó al lago Ho Hoan Kiem (lago de la espada restituida). En medio del lago se alza el Templo de Ngoc Son, uno de los más visitados de Hanoi. Se accede a través de un bonito puente rojo en estilo vietnamita. Aprovechando que cerca del lago se encuentra el teatro de las marionetas de agua, compramos entradas para el día siguiente a las 17:00. Hay dos tipos de entradas, según te sientes más lejos o más cerca del escenario, entre 60.000 y 100.000 dongs.

Puente de acceso al templo Ngoc Son

Volvemos al hotel para cambiarnos de ropa y dado que es domingo ir al mercado nocturno. Este mercado abre de viernes a domingo en horario de 19:00 a 00:00 y está situado entre las calles Hang Giay y Hang Dao. No es un mercado muy turístico ya que hay más gente vietnamita que occidental, pero hay infinidad de productos para comprar. Lo más abundante ropa, vaqueros, ropa interior, camisetas, relojes, gafas de sol y algo de artesanía. También hay muchos puestos de comida, probamos unos pinchos de pollo con salsa picante que estaban muy buenos.

Lago Hoan Kiem

Para cenar nos fuimos a un clásico en Hanoi, el restaurante Quan An Ngon, un sitio para poder probar toda la comida callejera de la ciudad para los que no se atrevan a lanzarse. Se trata de un restaurante al aire libre con numerosas mesas rodeadas de innumerables puestos de la distinta comida callejera que se puede disfrutar en Hanoi. Lo mejor es antes de pedir cualquier plato de la larga lista, pasearse por los puestos y ver lo que te entra por la vista y el olfato. Los platos rondan entren los 35.000 - 80.000 dongs. Así que por poco dinero se puede disfrutar de la gastronomía vietnamita.

Comida en el restaurante Quan An Ngon

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