Viaje a Vietnam (01/09/2013 - 15/09/2013)
Día 4: Bahía de Halong / Tren nocturno a Hue (04/09/2013)
Pusimos el despertador muy pronto para levantarnos, a las 5:00, para intentar ver el amanecer. Pero la tormenta de madrugada seguía a esa hora, así que en vez de claridad estaba todo bastante oscuro, nuestro gozo en un pozo... Aprovechamos y seguimos durmiendo un rato más, ya que no había visos de que pudiera despejarse más tarde. Nos despertamos sobre las 7:00, así que nos subimos al restaurante a desayunar. Inmediatamente después teníamos la excursión a la cueva sorpresa pero tal y como estaba el día preferimos quedarnos en el barco para disfrutar desde la ventana de nuestro camarote las bonitas vistas.
Día lluvioso en la bahía de Halong |
A las 9:00 tuvimos un pequeño brunch y una hora más tarde ya llegamos de nuevo al embarcadero. Nuestra excursión de dos días por la bahía de Halong había terminado. El tiempo no había acompañado mucho, pero las vistas y el paisaje había merecido muchísimo la pena. Si vas a Vietnam, es totalmente obligatorio hacer una noche en la bahía de Halong. Aunque probablemente si lo volviéramos a hacer, no lo haríamos con el mismo crucero. Como os decía en otra entrada del blog, el barco en sí es precioso y las habitaciones muy buenas, pero quizá el servicio de la tripulación debería ser mejor. A las 11:00 nos vinieron a buscar al embarcadero para volver a Hanoi. Nos tocaban otras cuatro horas de viaje por carretera.
Sobre las 15:00 llegamos de nuevo al hotel de Hanoi. Nos habían guardado las maletas, ya que al crucero habíamos llevado solo la mochila. Como en el hotel no daban comidas, aprovechamos a que justo pared con pared está uno de los mejores sitios para comer Bun Cha de todo Vietnam, el Bum Bon Nam Bo. Por menos de 5 €, dos botellas de agua y dos platos a rebosar de Bun Cha. El sitio es muy vietnamita, en ese momento eramos los únicos occidentales comiendo. Tiene mesas largas y bancos, así que lo normal es compartir mesa con algún paisano, y por supuesto hay que comer con palillos.
Tren nocturno a Hue de la compañía Livitrans |
Después de la buena comida, en el hotel nos dejaron una habitación de cortesía para darnos una ducha rápida y cambiarnos. A las 19:00 salía nuestro tren nocturno hacia Hue. Nos recomendaron en el hotel comprar comida para cenar en el tren, ya que según nos habían dicho la comida en el mismo no es muy buena y además es bastante cara. Les hicimos caso y nos fuimos a nuestro bar favorito en Hanoi, el Highlands Coffee. Allí a parte de tomarnos dos cafés helados bien fríos con leche condensada, nos cogimos dos bocadillos de atún y dos porciones de tarta de fruta de la pasión para nuestra cena en el tren. Una vez en el hotel pedimos un taxi para llegar a la estación de tren, aunque está cerca de la estación, unos quince minutos, con maletas y lloviendo, junto con lo económicos que son los taxis en Hanoi, no nos lo pensamos. Lo mejor de todo fue que el botones nos acompañó hasta la estación, nos cambió los cupones de reserva que teníamos, por los billetes finales y nos subió las maletas hasta la misma cabina que nos tocaba. La verdad que el servicio del hotel Art Hanoi nos pareció de un hotel de cinco estrellas.
La cabina del tren es más o menos como la imaginábamos, habíamos visto muchas fotos por internet. Las camas no son muy cómodas pero para una noche se puede dormir perfectamente. Eso sí, para las personas altas un poco justas. Yo mido 1,80 y cabía justo justo, así que tenía que dormir un poco encogido. En un principio el aire acondicionado no funcionaba muy bien, pero luego tuvimos que dormir con sudadera y con la colcha hasta arriba. Lo mejor del viaje fue que nuestros acompañantes de cabina fueron una pareja de periodistas de Nueva York. Al principio empezamos a hablar en inglés, y al minuto al decirles que eramos de España, la mujer nos empezó a hablar en perfecto español, ya que era de Puerto Rico. Después de cuatro días en Vietnam, se agradecía hablar unas palabras en castellano. Sobre las 20:30 ellos estaban cansados y se echaron a dormir, así que nosotros después de un par de partidas de parchís, cenamos nuestros bocatas, nos vimos un par de capítulos de "Como conocí a vuestra madre" en la tablet y a intentar dormir un poco, porque al día siguiente nos esperaba un día largo en Hue. Por cierto, lo mejor de todo es el dispositivo que tienen estas cabinas para subir a la litera de la parte de arriba. Es una especie de bisagra que se baja, como una especie de estribo, para poner un pie y subir haciendo equilibrios y un poco de fuerza.
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